El 9 de mayo de 2024 se cumplen 40 años del primer trasplante de corazón del Estado, que se llevó a cabo en Sant Pau en el año 1984. Ese día histórico, un equipo de profesionales de los Servicios de Cirugía Cardíaca y de Cardiología del Hospital marcó un hito en el avance de la Medicina y sentó las bases del futuro de los trasplantes en nuestro país. Una intervención que fue pionera y se convirtió en un referente para otros centros sanitarios.
1984, el primer trasplante de corazón del Estado en Sant Pau
Los precedentes
El 3 de diciembre de 1967 tuvo lugar el primer trasplante de corazón exitoso del mundo en Sudáfrica, en Ciudad del Cabo, liderado por el doctor Christiaan Neethling Barnard. Muy posiblemente, en ese momento y poco después de ver la noticia en todos los medios, todos los cirujanos cardíacos del mundo soñaron con la posibilidad de algún día ser ellos los protagonistas de un hito como ese.
Uno de ellos era el Dr. Josep Maria Caralps, entonces cirujano cardíaco de Sant Pau, quien desde entonces comenzó a perseguir ese sueño. Uno de los primeros pasos fue entrar a formar parte del Comité de Trasplantes del Hospital e iniciar, en Sant Pau, el primer programa de trasplantes del país.
La imagen sobre estas líneas corresponde a la rueda de prensa que se llevó a cabo después del primer trasplante de corazón del Estado en Sant Pau, donde el equipo de profesionales que había participado explicó a los medios cómo se había desarrollado todo el proceso.
Los protagonistas
Esta intervención requería de un componente muy importante y que fue una garantía de éxito: el trabajo en equipo. Todas las personas que formaron parte, en total 15 profesionales, desempeñaron un papel esencial:
Tres cirujanos: Dr. Caralps, Dr. Bonín, Dr. Padró; un cardiólogo: Dr. Ballester; dos anestesistas: Juan Ignacio Casas Vila, Dr. Reñé; dos enfermeras perfusionistas: Rosa Garín, Ana Segovia; siete enfermeras de quirófano: Núria Poch, Lucía Varona, Roser Peradalta, Gemma Palahi, Ton Galindo, Magda Serra, Teia Bosch.
En esta imagen se les puede ver a todos pocos días después de la intervención en las escaleras del Pabellón de la Administración del Recinto Modernista de Sant Pau, que entonces acogía las instalaciones del Hospital.
El trasplante
Ya hacía meses que un joven de 29 años con una cardiopatía grave y en estado avanzado había visto cómo sus condiciones empeoraban notablemente, hasta el punto de convertirse en candidato a recibir un trasplante. El pronóstico era muy malo, y el último mes previo a la intervención lo había pasado en el Hospital esperando que apareciera un donante.
Y ese donante apareció la mañana del 8 de mayo de 1984. Una llamada desde el Hospital de Bellvitge anunciaba al equipo de Cardiología y de Cirugía Cardíaca de Sant Pau que el donante podía ser compatible con el paciente que lo esperaba.
Y entonces todo se puso en marcha. El equipo extractor, con el Dr. Bonín a la cabeza, se desplazó en una ambulancia hasta Bellvitge para extraer el corazón y trasladarlo a Sant Pau, donde el equipo del Dr. Caralps esperaba para implantarlo.
Después de la intervención y de nuevo consciente, la imagen muestra como el Dr. Caralps habla con el paciente todavía convalesciente.
Un gran avance para la medicina
El mismo Dr. Caralps explica que "la intervención fue perfecta, todo salió tal y como se había planeado. En el momento de desconectar al enfermo de la máquina que hacía de corazón y de pulmón mientras estábamos operando, el corazón comenzó a latir y latir..."
Todo el equipo coincide en la intensidad emocional del momento en que vieron que el corazón que acababan de implantar latía solo.
Tenían muy claro que la operación para la que tanto se habían preparado y formado iría bien para el paciente, pero no imaginaban que tendría tanta repercusión. Poco a poco todos fueron tomando conciencia de que lo que habían hecho abría un nuevo abanico de posibilidades para muchos pacientes que podrían beneficiarse de esta intervención pionera. No solo podrían vivir más tiempo, sino que además lo harían en unas condiciones muy buenas. Fue un hito histórico para el avance de la Medicina.
Rodeado de una expectación sin precedentes, el paciente totalmente recuperado y ya dado de alta abandona el Hospital en la imagen sobre estas líneas.
Així es duu a terme un trasplantament de cor a l'Hospital de Sant Pau
Dur a terme un trasplantament de cor requereix d'una gran expertesa, coordinació i professionalitat. Es tracta d'una intervenció d'alta complexitat. En aquest vídeo, els diversos equips implicats en aquest procés -Coordinació de trasplantaments i els Serveis de Cardiologia i de Cirurgia Cardíaca- ens expliquen com funciona des de l'inici fins al final.